miércoles, 12 de septiembre de 2018

X-23



Siguiendo con los personajes de comics, tuve un gran problema eligiendo quién sería el siguiente, ya que tengo un gran afecto tanto por X-23 (Laura Kinney) como por Deadpool (Wade Wilson). Siendo que está más relacionada a Wolverine y no es tan conocida, me decanté por X-23.
A diferencia de casi todos (por no decir todos los personajes de comics y asociados), X-23 no tuvo una aparición en algún cómic para luego ser llevada a otro medio, sino que apareció por primera vez en el episodio 11 de la tercera temporada de la serie animada X-Men: Evolution (episodio llamado “X-23”) en 2003.
En 2004 apareció por primera vez en las páginas de NYX, un cómic que trata de la vida de Kiden Nixon, una adolescente que descubre que tiene el poder de retardar o acelerar su línea temporal (por lo que puede hacer que una semana para el resto, sea menos de 1 hora para ella), y de cómo convive con sus poderes. En el transcurso, se encuentra con una X-23 que es una prostituta controlada por un proxeneta. Eventualmente, X-23 lo mata y se une al equipo de Kiden durante un tiempo, volviéndose buenas amigas.
Aunque su origen es explicado en X-23 (su primera miniserie), se vuelve parte recurrente de los X-Men en Uncanny X-Men (del 6 de Octubre de 2004). En 2005 aparece una miniserie de 6 tomos titulado X-23: Innocence Lost, que cuenta su origen desde el inicio del proyecto hasta que logra escapar. Entre 2006 y 2007, Marvel lanzó otra miniserie con el nombre de X-23: Target X, que nos sitúa, mediante flashbacks, en el final de Innocence Lost y nos muestra la vida de Laura hasta que se encuentra con Wolverine.
Desde 2010 hasta 2011, X-23 ha tenido su propia serie regular, para luego aparecer, una vez terminada la suya, en otras series (Avengers Academy y Avengers Arena). Después de varias apariciones en distintos equipos, y luego de Secret wars del 2015, Laura obtiene otra serie regular bajo el título de All New Wolverine, donde, después de mucho tiempo, tiene un nuevo uniforme en honor a Wolverine (que, para ese entonces, hacía meses que había muerto).

Historia
Todo empieza en un laboratorio del otrora Weapon X (quienes le pusieron adamantium a Wolverine), que, no habiendo aprendido la lección, quieren clonar a Wolverine para usarlo como arma. El problema salta con la muestra de sangre: debido a que fue obtenida durante su escape (o mejor dicho, de lo que quedó en las paredes y suelo después de la misma), la muestra está dañada y es bastante problemático lograrlo. Para eso, el director del proyecto, el Dr. Martin Sutter, contrata a la genetista Dra. Sarah Kinney. En el medio está el Dr. Zander Rice, quien fue criado por Sutter después de que su padre muriese en el escape de Wolverine (asesinado por él).
Sarah se da cuenta que el cromosoma Y de la muestra está por demás dañado, por lo que propone utilizar 2 veces el X. Pese a que tiene unos puntos importantes, su propuesta es rechazada, principalmente por Rice, quién se le burla diciendo que es lo único que tiene que hacer y ni siquiera puede hacerlo bien. Por este motivo, Sarah inicia secretamente las pruebas para un clon femenino mientras que sigue su trabajo normal con el resto del equipo. Luego de 22 intentos fallidos, logra hacer que la siguiente prueba sea viable (de ahí viene el nombre de X-23: X por lo de Weapon X y 23 por el número de prueba que era). Cuando enfrenta a Sutter con los resultados, éste acepta el proceso, lo que enfada a Rice, quien la obliga a engendrarla. Durante todo el embarazo (y básicamente toda la infancia de X-23), Sarah es monitoreada constantemente.
A los 7 años, Rice expone a X-23 a distintas dosis de radiación con el objetivo de acelerar el desarrollo de su mutación. Una vez que lo logra, procede a extraerle las garras de las manos y pies, bañarlas en adamantium y reinsertarlas (todo esto sin ningún tipo de anestesia, por si quedaba dudas de que realmente la odia). Luego crea (mediante unas largas sesiones adoctrinamiento mediante tortura) una “esencia gatillo” que la sumerge en su propia versión del berserker de Wolverine, para después entrenarla como una asesina a sueldo.
A todo esto, Sarah seguía formando parte del equipo monitoreando a X-23 mientras que, cuando nadie la veía, intentaba tratarla como una persona (a diferencia de los demás, que la trataban como un arma, un animal salvaje y/o un monstruo). Resumiendo las cosas, Sarah se une a un amigo del proyecto y deciden romper todo, mientras que escapan y liberan a X-23 (o por lo menos ese es el plan). Obviamente las cosas fallan, y este tipo, que no recuerdo su nombre, muere para lograr que Sarah llegue a X-23. Cuando la encuentra, le da la misión (que es la única forma que tiene de comunicarse con ella) de colocar unos explosivos para detonar la instalación y que se reúna fuera con ella. Mientras coloca las bombas, se encuentra con los sujetos de prueba X-24 hasta X-50. Luego de matar a Rice y terminar de colocar los explosivos, X-23 se reúne con Sarah según el plan, pero hay un problema: en una charla que sucedió unos minutos antes de su muerte, Rice le coloca a Sarah un poco de la esencia gatillo en el cuello sin que ésta se de cuenta. X-23 recupera la conciencia  estando arrodillada en la nieve junto al cuerpo moribundo de Sarah, quien le da (además de varios papeles con información, un plan de escape y una carta) el nombre de Laura Kinney.
Todo esto puede ser visto en Innocence Lost, mientras que la historia de Target X nos cuenta que, además de todo lo dicho, hay una mujer llamada Kimura que fue “desarrollada específicamente para controlarla” que hacía de “cuidadora” (más exactamente, se dedicaba a abusar de ella tanto física como verbalmente). A partir de este momento, Kimura se dedica casi exclusivamente a rastrear e intentar traer de vuelta a X-23, sin importar si tiene que lastimarla y/o matarla o a otros. Justamente es gracias a Kimura que X-23 tiene que despedirse del plan de su madre para poner a salvo a su tía y prima (presentadas durante Innocence Lost).
Luego de poder librarse por un tiempo de Kimura, X-23 empieza a rastrear a Wolverine y a estudiar los movimientos de la mansión. En cierto momento, Wolverine se va en uno de sus viajes (solo y sin decir nada a nadie) y X-23 lo sigue. Wolverine revela que hace tiempo que sabe que X-23 está dando vueltas en las cercanías de la mansión y le propone hablar. X-23 culpa a Wolverine de todo lo que le paso (que, en cierta forma, es cierto, ya que legalmente es su sangre la que utilizaron) e inicia una pelea en la cual vemos como Wolverine, aún cuando intenta controlarse, lanza ataques más bruscos mientras que X-23 son más precisos. En cierto punto, Wolverine le dice que se puede curar igual que ella y que lo que está haciendo es inútil (las cortadas de X-23 son profundas pero lo único que hacen es hacerlo sangrar un poco), a lo que X-23 responde apuñalandolo y colocando tierra en la herida. Wolverine se sorprende de lo que parece un ataque medio infantil, pero pronto se da cuenta del propósito: su factor curativo ataca primero la infección, por lo que la sangre va a seguir saliendo. Finalmente, Wolverine cae y X-23 se pone encima de él, diciendo que él es el causante de todo y, que mientras esté vivo, seguirá sucediendo, por lo que es su deber matarlo. Luego de decir que ese destino es para ambos (ya que X-23 también tiene las propiedades que los de Weapon X querían de Wolverine), Logan acepta su destino, pero le dice que ella no es culpable de nada y le muestra que, antes de iniciar el escape, Sarah le mandó una copia de la carta por si algo le pasaba. Logan le afirma que puede tener una nueva vida, lejos de su pasado, y que no tiene que ser en el Instituto Xavier, pero que cree que ahí va a estar mejor. Después de poder conectarse así, aparece un helicóptero de S.H.I.E.L.D. con el Captain America para arrestar a X-23 por todos los crímenes que cometió.
Siendo esto lo más importante de Target X, el resto de su historia es interesante, pero si se empieza a leer cualquier comic de X-23, se va a poder entender fácilmente un 80% de lo que está pasando.

Poderes
X-23 cuenta con un factor curativo que es mejor que el de Wolverine, y esto es porque ella solo tiene adamantium en sus garras, por lo que no tiene que enfrentarse a una radiación del mismo calibre. Además cuenta (como muchos superhéroes) con sentidos, reflejos, agilidad, velocidad, coordinación, balance y resistencia superhumanos, junto a un amplio entrenamiento con todo tipo de armas, explosivos y a mano limpia. Ha demostrado saber hablar fluidamente (además del inglés) francés y japonés, y, según un comentario de Rice, su inteligencia está “fuera de los parámetros”.
Mientras que Wolverine muestra un estilo de pelea salvaje y más pensado para despedazar que otra cosa (raras veces utiliza una puñalada), X-23 muestra los frutos de su entrenamiento: es realmente ágil, eficiente, no pierde el tiempo en movimientos exagerados y, a diferencia de Wolverine que más de una vez sobrepasa a su enemigo mediante fuerza y salvajismo, puede llegar a ser hasta elegante.
Solo tiene 2 garras en las manos y son más cortas que las de Wolverine, pero lo compensa con las garras de los pies, que le dan más rango de ataque y otros 2 flancos para que el enemigo se preocupe.

Personalidad
Durante mucho tiempo, X-23 ha tenido una mentalidad de “ser una cosa”, desde un arma diseñada para matar a quien le digan hasta una muñeca sin alma que simula ser humana. Este tipo de pensamiento hace que más de una vez no se preocupe por sufrir heridas, por lograr o incluso intentar completar su objetivo. Justamente es este tipo de pensamiento el que Wolverine intenta cambiar de forma casi constante (aunque su método de “descubrí lo que sos sola, porque sino vas a ser lo que otros te digan que sos” puede ser cuestionado, principalmente porque deja a una adolescente que tiene problemas para socializar, varios traumas y preocupaciones filosóficas casi sola).
X-23 tiene una personalidad bastante fría y distante, prefiriendo alejarse de las personas y pensar más que hablar. Sin embargo, es por culpa de su pasado que esto sucede, ya que debido al miedo de la esencia gatillo y/o perder el control es que se aleja de la mayoría de las personas. Al mismo tiempo, durante su entrenamiento no tuvo una buena socialización con nadie, por lo que le cuesta saber qué piensan las otras personas, cómo van a reaccionar ante acciones más o menos comunes y el por qué dicen o hacen algunas cosas.
No obstante, una vez que se preocupa por alguien, busca de forma casi constante su bienestar (de manera similar a como lo hace Wolverine). Por ejemplo, se puede mencionar el momento en el que se reencuentra con Kiden en un futuro distópico, y que tiene que matarla para que ella y su equipo puedan volver a su tiempo, cosa que le cuesta muchísimo (de hecho, después de un buen rato intentando enfrentar esta realidad, quien mata a Kiden es Domino). X-23 cuenta con unos pocos amigos (entre los principales se encuentran Jubilee y Gambit), ha tenido un par de novios (actualmente, es Angel del pasado), considera a Wolverine como su figura paterna (aunque, después de su muerte y los sucesos de Secrets Wars, en esta realidad aparece Old Man Logan, a quien no lo considera realmente su padre) y, en sus últimos números, se encuentra con un clon de ella de menor edad llamada Gabrielle, a quien “adopta” como su hermana menor.

Resumen
X-23 es sin duda mi personaje femenino de Marvel preferido (y está entre mis 5 personajes favoritos de Marvel), ya que es un personaje bastante completo: obviamente tiene grandes capacidades de combate, un origen interesante, su búsqueda por saber si es o no una persona es bastante interesante y filosófica, y se puede ver como lucha contra sus traumas y al mismo tiempo intenta ayudar a los demás. Sin lugar a dudas, es uno de los personajes que más sufrió con la muerte de Wolverine, y uno de los que más rechaza a Old Man Logan (o por lo menos, durante un buen tiempo).
Hablando del tema, después de la muerte de Wolverine, X-23 cambió su uniforme (originalmente entre negro y grises) por uno que está fuertemente inspirado en el traje de Logan, a modo de tributo, y cambia su nombre clave de “X-23” a “Wolverine”, ya que considera que “el mundo necesita un Wolverine, alguien que ayude a todos y que no tenga miedo de tomar decisiones difíciles”.
Aunque muchos puedan pensar “oh, es Wolverine pero mujer, son lo mismo”, hay grandes diferencias entre ambos. Si bien sus poderes son, en esencia, lo mismo y ambos tienen grandes problemas con sus pasados, Wolverine ya es un adulto que, si bien todavía tiene un par de fantasmas que lo siguen, ya asimiló todo su pasado y puede continuar para proteger a otros, mientras que X-23 no ha logrado cerrar esa puerta al 100%, y posiblemente no pueda hacerlo durante un buen tiempo. Y es justamente eso lo que logra que parezca más humana que Wolverine, porque se puede ver la duda sobre su existencia en los momentos en los que no pelea, y que han ido desde preguntarselo (a ella misma o a otros) hasta hacerse numerosos cortes en los brazos, posiblemente como un autocastigo o para verificar si no es una máquina (nunca especifican el por qué lo hace).

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